El placer de la lectura es un acto personal donde uno ingresa a un mundo maravilloso de aventuras, historias y deja que su imaginación complete lo que las palabras le cuentan. Cada libro es una aventura personal y no hay dos lectores que hayan sentido lo mismo frente a un mismo libro. Además, el mismo libro, leído en diferentes momentos de nuestras vidas, tiene un sabor y matiz diferente. Pero este acto personal adquiere una mayor riqueza cuando lo conviertes en un regalo y lo compartes con otros.
Que acto más maravilloso que leerle a un niño. Puede ser un/a hijo o hija; un nieto o nieta; un sobrino, un hermanito pequeño. Puede ser en cualquier momento del día.
Si eres un lector evoca tus recuerdos y encontrarás alguien que te guio en el camino de la lectura compartiendo sus propias lecturas.
También puedes regalar una lectura a un adulto, a un anciano. Sorprende a tu mamá y léele una poesía. Comparte con tus abuelos un cuento.
A nosotros nos llegaron unos regalitos lectores, que compartimos hoy con ustedes. ¡Esperamos los disfruten tanto como nosotros!.
Celebremos el día del libro ¡¡leyendo y compartiendo nuestras lecturas
favoritas!!